TRÁFICO EN GUADALAJARA

Viernes por la noche, voy por la avenida López Mateos, el tráfico es denso  pero fluido. A lo lejos, al inicio de un paso a desnivel, una fila de autos luce casi estática. Me acerco lentamente, como cuando alguien observa algo que no reconoce pero cree saber de qué se trata. Mi auto pasa a formar parte del par de enormes filas que parecen ser devoradas por aquel enorme túnel. Respiro con resignación hasta entrar en estado de meditación. Observo detenidamente a mi alrededor, sólo autos. Miro dentro de cada uno de ellos. Algo me hace ruido en lo más profundo de mis entrañas, algo me sacude, algo no cuadra, algo no tiene sentido. Los autos pasan uno tras otro con uno o dos pasajeros a lo mucho. Algo es incoherente, pienso. Pero es viernes y no quiero reflexionar, así qué enciendo la radio, pongo mi música preferida y me preparo para un trayecto prolongado.



2 comentarios:

  1. A veces es mejor no pensar, por si acaso...
    Por cierto soy Pérfida
    Un saludo coleguita

    ResponderEliminar
  2. Mucho gusto Pérfida, ya te sigo, un día de estos te leo.
    Un abrazo desde acá de México.

    ResponderEliminar